martes, 17 de septiembre de 2013

La dentista de Jamín

David Rodríguez

Jamín se ha cruzado con osos y lobos camino de Caunedo como quien se encuentra con una zarza. Con la misma indiferencia. No hay miedo. Curtido como el cuero toledano, este hombre de aldea cántabra  ha cumplido 88 pero debe de haberse quedado atascado en unos 73. Igual que los tacos de las almadreñas que va clavando al andar en el barro del camino. Jamín, Ben Jamín.

Nos topamos con él una mañana de abril fresca y brumosa, va descendiendo tranquilo por un angosto camino de monte con tres ramas larguísimas sobre el hombro, sin prisa y sin dar la sensación de que le pesen especialmente. Es un terreno de desniveles abruptos, a unos metros del camino se eleva una pared tapizada de un verde jugoso, tan vertical que da la impresión de que los dos caballos negros y la yegua rojiza que vemos pastando sobre esa ladera son recortables pegados con velcro. O tienen dos patas la mitad de largas que las otras dos. No encuentro otra explicación a su extraño equilibrio. A Jamín no le sorprende ese ejercicio de funambulismo equino, vive acostumbrado a su presencia, como antes lo estaba a la de los osos y los lobos. Justo antes de apoyar las ramas en la pared, quitarse las madreñas y dejarnos ver las zapatillas de casa que viajaban dentro, marrones y de cuadros, como tienen que ser, nos cuenta que lleva toda la vida con la misma mujer. Un cura los casó sesenta años atrás casi contra su voluntad. La del cura, porque para ser el primer matrimonio que oficiaba, se encontró con que los futuros marido y mujer compartían el mismo apellido, y aquello no le pareció sano. Emma María Fidalgo y Benjamín Fidalgo no son hermanos, ni siquiera primos, pero no hubo quien convenciera a aquel sacerdote inquisidor.

- Al final el hombre tuvo que ceder... ¡Jeeejeje! Y tres dientes cilíndricos como patas de un taburete asoman desprevenidos al balcón abierto de su sonrisa.

Nada más escucharle, aparece Emma María, rodeada de un delantal blanco y un jardín de exuberancia silvestre sembrada de tiestos de distintas razas de los que brotan geranios y petunias que se enredan en los rosales.

- Te tengo el café recién hecho. Siempre me llega a la misma hora. ¿Habéis oído si el café es malo para los dientes?




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