domingo, 3 de julio de 2011

Los dioses no eran tontos

Coges el Fiat Dima, que es el Punto pero disfrazado, metes segunda conforme sales del ferry empujada por otros veinte coches inquietos como potros salvajes, admiras un poco la pequena bahîa que se abre ante ti mordida por barcos de pesca de madera ajada y astillosa sin rastro de fibra de carbono, y flanqueados por casas encaladas de una o dos alturas con parras que se cuelan por ventanas perfıladas de azul klein y viejos agitanados y resecos a la puerta de casas y tabernas encaramados en taburetes sorbiendo çai de vasos que se ajustan como guantes de cristal a la forma de la mano que los sujeta. Sigues en segunda, rebotando sobre adoquines siempre mâs altos unos que otros que van pellizcando los neumâticos imperceptiblemente, al principio, mirando a las senoras que asoman caras redondas y lustrosas bajo panuelos negros, grises y floreados, cubîertas hasta los pies por faldas largas como cortinas y gabardinas, o gabanes, o guardapolvos. Llevan bolsas de las que escapan berenjenas y tomates y panes enormes y gomosos. Hace mucho calor, pero una brisa que viene del Egeo mueve las hojas de los plataneros y las higueras. Huele a carne de cordero preparada con especias y a pescado a la brasa. Sales del pueblo, metes tercera y cruzas una gasolinera que vende frutos secos y çaî, pero tambiên Lays, y Coca-Cola, y galletas Oreo, y la versiôn turca de Elle y Cosmopolitan. Cruzas los trigales ya cosechados, sôlo cuatro o cinco arbustos bajos se atreven a crecer entre los trigales y unos vinedos como de juguete, pero que venden vino de verdad, blancos y tintos, los ûnıcos que se pueden tomar en la isla, proteccionismo total. Inteligente. Adelantas y te adelantan chavales en motos de 49 cc. renegridos de puro tragar aire y sol desde que sale hasta que se pone. Chavales y hombres sin casco, mujeres sôlo de paquete, que pueden ir a la par que tû, en direcciôn contraria, o cargados con doce garrafas de agua bordeando la carretera sin arcên amenazada por matojos pajizos y flores sin nombre.

Crees que vas a meter cuarta, pero llega el desvîo al faro y frenas porque no sabîas que ya estâ ahî, y te acuerdas de la recta cegadora que lleva al faro en 'Lucîa y el sexo' mientras sorteas socavones en un asfalto de ceniza donde ni siquiera el coche hace sombra, asî que es como si no existieras, pero debes de existir, porque escuchas el mar que entra por la ventanilla bajada y ves las olas rompiendo contra un acantilado tallado con un cincel enorme antes de llegar a verlas. Te paras, porque la carretera que luego ha sido camino ahora es un trozo de arena gris salpicada de piedras y macizos de algo que parece tomillo sin serlo. En este faro acaba la isla.

Siete kilômetros de largo, seis de ancho, un turco flaco que te aconseja como un profesional cuando has pinchado una rueda, y le entiendes, una turca enorme a la que tienes que hacer el gesto de ordenar una vaca en el aire para que te traiga un poco de leche, decenas o cientos de gatos dejândote claro que la isla es suya y tû sôlo estâs de paso, mermeladas caseras de uva, de mora, de pomelo, de tomate, de rosas, vino blanco vaşilaki, encantadores de serpientes que te llevan a las cocinas de sus restaurantes y te ensenan sus peces sin decirte nunca cuânto cuestan, asaltadores de calle que te ofrecen su çai, sus kebap, sus ensaladas, chancletas de goma a las puertas de las casas donde todo el mundo camina descalzo, una frase que debiô de escribir Herodoto y que dice que Dios creô esta isla para que los hombres fueran felices toda una vida. Y los mejores desayunos que he tomado, seguramente, en mi vida. Esto es Bozçaada. Y sin meter cuarta.

2 comentarios:

  1. Maitetxu, preciosa! en breves voy para Turkia y no voy a poder poner de cuarta ni segunda pensando en ti :) que guay que vayamos recorriendo caminos por donde otros han pasado (en este caso, tu)....eres grande y a tu paso en vez de dejar de crecer la hierba.......tendrían que crecer ROSAS! , wapa.

    http://www.youtube.com/watch?v=YUtvUFsPA6Y

    Ibon Pérez

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  2. Hola guapo!
    Creo que me tienes un poco, digo, un poco bastante sobrevalorada ;) Si quieres, y tienes resistencia a la txapa que te metería, antes de irte tomamos una caña y te cuento cosas! (Y sí, aunque no sea mi gurú espiritual, Miss Ciccone dice cosas por las que todos pasamos más de una vez).
    Muxu!

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