miércoles, 21 de marzo de 2012

¡Firmes!

David Rodríguez

No sé si son ustedes conscientes de la trascendencia de lo que voy a comunicarles. Como director de esta institución educativa me he creído siempre en el deber de hacer mejores personas a quienes deciden atravesar el umbral del St. George's School. Son ustedes realmente unos privilegiados por estudiar en este centro, que si por algo se ha distinguido a lo largo de sus 127 años de historia es por la excelencia que rige tanto sus principios como sus resultados educativos. Privilegiados, les digo, porque en esta región de India, incluso en todo el país me atrevería a afirmar, no serían capaces de encontrar ni empleando un detector de talento, si se hubiera inventado, un colegio como éste. Bien...

Usted, señor Deepak, no olvide que está estudiando gracias a una beca que ya ha puesto en juego en dos ocasiones con su mal comportamiento. Sé que en ambos casos usted no fue el brazo ejecutor, pero sí el cómplice. Una beca, le decía, que está a punto de perder. Dudo que a sus padres les resulte graciosa la notificación que recibirán esta misma tarde.

Usted, pequeño Aarush, ciertamente no tiene edad para comprender el sentido último de mis palabras, así que lo único que puedo reprocharle es haber elegido malas amistades para su desarrollo en esta temprana edad.

Pero usted, señor Sadu... Lo de usted... ¿Cómo lo diría?... ¡Si fuese adulto usted estaría en la cárcel! Me consta que fue el responsable de los robos de biblias hace dos meses... ¡Sí! ¡Me consta! ¿Acaso creía que no lo sabía? ¿Se considera usted más listo que yo? Es eso, ¿verdad? Y cuando selló con silicona, que seguramente le habría conseguido el señor Deepak robándosela a su padre, un hombre pobre pero dedicado al noble oficio de la fontanería, cuando selló con esa silicona la cerradura de la sala de profesores, del claustro y de todos los baños... ¿En qué pensaba? ¿Eh? ¿En qué estaba pensando? ¡Qué desgracia para su madre haber traído a este mundo semejante hijo!... Pero lo de esta mañana ya... ¡¡Lo de esta mañana es lo último!! ¿Cómo puede haber traído una bolsa de excrementos de vaca...? ¿¿¿Cómo puede haber traído una bolsa llena de mierda al centro??? Y sobre todo... ¿¿¿Cómo se le ocurre rebozar con ella mi sillón Luis XV de terciopelo??? ¡¡Es usted el propio hijo de Satanás!! ¡¡Malnacido!! ¡¡¡Un cabronazo es lo que es!!! ¡¡¡Y ahora mismo voy a llamar a sus padres!!!

- Toc-toc...
- ¡Sí! ¡Adelante!
- Disculpe, señor director... Eeeh... ¿Podría acercarse, por favor?
- ¡¿Qué quiere?!
- Tengo a los padres del señor Sadu esperando en el despacho de al lado hace diez minutos. Casualmente habían venido a firmar su donación económica anual para el centro. Debimos de haber hecho caso al conserje el pasado verano y reforzar estas paredes...




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